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Estereotipos de género: Ejemplo de Susan Basow

2 Jun

Un niño y su padre sufren un grave accidente de coche. El padre muere en el acto y el niño queda gravemente herido. Rápidamente, una ambulancia traslada al muchacho al hospital más próximo para que le operen. Al llegar a urgencias la persona responsable de cirugía le está esperando, se acerca y exclama al verlo: “Yo no puedo operar a este niño, es mi hijo!” ¿Por qué no le puede operar?

Ana García-Mina Freire, como parte de su tesis doctoral titulada «Análisis de los estereotipos de rol de género. Validación transcultural del inventario del rol sexual», expuso este caso a un grupo de 42 alumnxs de 2° de Psicología.

¿Los resultados? Tras un momento de perplejidad y estupefacción, como ella nos relata, lxs alumnxs apuntaron individualmente en una hoja su respuesta:

Un 65% de los participantes ofrecieron como explicación respuestas tan diversas como: «Los padres eran una pareja de homosexuales», «La madre había dicho a dos varones que eran el padre de la criatura», «El niño era adoptado y por tanto tiene dos padres: el natural y el adoptivo», «El niño es bastardo», El médico se equivoca porque el niño es muy parecido a su hijo», «El médico dice eso porque no quiere operarle por miedo a que salga mal»…

Sólo un 35% señalaron que el médico no podía operarle porque era su madre.

Esto demuestra que a pesar de los grandes avances logrados con muchas luchas, los estereotipos de género siguen muy presentes, los cuales nos revelan la división sexual del trabajo.

Y ustedes, que hubieran respondido?

Libertad y amor!

LA SIEMPREVIVA

«Tema poco relevante para el campo»

23 Mar

Hace unas semanas, decidí enviar un artículo a una revista de psicología para ver si lo publicaban. Lo recibieron y los editores lo recibieron, al parecer tenía algunos errores, y no lo publicaron, pero esto no me molesto pues mi mayor intención era ver mis posibilidades de escribir en la revista. Sin embargo, lo que si me molesto y despertó en mi profundas sospecha fue la siguiente observación realizada por los editores: «Tema poco relevante para el campo».

Ahora bien, ¿de qué trataba el artículo?, consistía en analizar las repercusiones para la salud de hombres y mujeres del ser masculino y el ser femenina, respectivamente, identificando los principales problemas para la salud (física y psicólogica) y cómo debe haber un enfoque diferenciado desde la psicología que reconozca que hombres y mujeres al ser construidos socialmente diferentes, presentan tendencias a determinados problemas de salud que deben ser tenidos en cuenta.

Siendo esto así, plantee en el artículo que no se puede olvidar la relevancia que tiene el género en la construcción de nuestra identidad, de nuestros roles, posicionamientos y relaciones sociales, y que acorde con esto la salud con la que contamos depende de las construcciones sociales de género. Así, ser hombre y ser mujer está asociado con cuerpos biológicos asociados a valores masculinos y femeninos dominantes que se han consolidado a lo largo de la historia y que se enmarcan en una cultura. Es importante, reconocer los malestares propios de hombres y mujeres producto de estos posicionamientos de género e identificar la importancia de un enfoque relacional de género que permita elaborar una adecuada intervención y política sanitaria que nos beneficie a todos y todas, que ofrezca igual trato, oportunidades y reconocimiento, y que conduzca a hombres y mujeres a una salud plena.

Desde la psicología, entender lo aquí mencionado es clave al momento de diagnosticar e intervenir, pues la construcción social del género aporta un ingrediente explicativo importante de las enfermedades y problemas vividos por hombres y mujeres. Así, de lo revisado, se encuentra que las características masculinas dominantes tales como: independencia, riesgo, agresividad, control, etc.) traen consecuencias para la salud de los hombres, como en el caso de accidentes automovilísticos, suicidios, homicidios, dependencia a diversas drogas (alcohol y otras), trastornos socio patológicos, internamientos por retraso mental asociado a alguna sintomatología psiquiátrica, neurosis de tipo obsesivo y personalidad paranoide; y que a su vez las características de la masculinidad hegemónica traen consecuencias para la salud de niños y niñas  y de mujeres, como se observa en los casos de violencia doméstica y de género. Por otro lado, en el caso de las mujeres, características de la feminidad como el cuidado, la delicadeza, la preocupación por los demás más que por ella misma, debilidad, emocionalidad, entre otras; han traído problemas en la salud como: problemas cardiovasculares y de tejidos, estrés por sobrecarga laboral y familiar, intentos de suicidio, depresión y en general muy bajo autocuidado.

Entender esto trae consecuencias para la psicología, las ciencias médicas, humanas, políticas y sociales, puesto que el enfoque de género, no sólo se convierte en una herramienta para la construcción de igualdad social, sino también para la comprensión de las problemáticas individuales y sociales que ocurren a nuestro alrededor, por lo que se hace relevante incluirlo a la hora de intervenir e investigar la población.

Sin embargo, lo arriba mencionado parece no ser relevante para esta revista y mi pregunta es ¿qué tema no es relevante? , ¿la salud de hombres y mujeres no es relevante para la psicología? o acaso lo no relevante es el género, pues la psicología estudia el «ser humano» y el género nada tiene que ver con eso (supongo que esto pensarían estos editores). Viendo así las cosas, cada vez me preocupa más la mínima inclusión de la perspectiva de género en campos relevantes para el ser humano: medicina, psicología, derecho, política y demás. Y en este caso, en el área de la psicología me preocupo el doble, no sólo por ser mi área de estudio, sino por la alta responsabilidad social que conlleva el tratar a una persona, a un ser humano que no está solo en el mundo, pues tiene una historia de vida que ha sido determinada por su género, nacionalidad, nivel socioeconómico, entre otras, y que por tanto debe ser tratado considerando todas las variables socioculturales que generan tendencias y marcos de comportamiento. El género es una de estas variables, es un tamiz por el que pasan todas nuestras experiencias, amanecemos con él y nos acostamos con él, y puede determinar nuestra forma de vestir, caminar, comer, pensar, sentir, etc. por lo que dentro de la psicología parece ser algo fundamental al momento de intervenir. Bueno, no sé, ¿y ustedes que opinan?

 

Amarga

¡¡¡Cabronas y félices de serlo!!!

11 Mar

¿Alguna vez te han nombrado cabrona, perra, zorra, etc.? Estos calificativos asociados con lo negativo e indeseado del ser mujer, suelen utilizarse cuando una mujer es exitosa, segura de sí misma o despierta envidias o recelos. Bueno, pues después de leer por segunda vez el libro Manual de la perfecta cabrona de Elizabeth Hilts, he querido hacer una reflexión sobre el mismo, pues este libro y el siguiente que lo amplía titulado ¿Por qué los hombres aman a las cabronas?, pues son libros de amplía divulgación y al promover la idea de que las mujeres seamos unas cabronas, considero que este concepto merece una particular atención. Teniendo esto en cuenta, ¿qué es ser una cabrona?, la autora lo define como una mujer asertiva, segura de sí misma, que se ama y se sabe respetar, que no teme a expresar su opinión sin herir a nadie, que cuida de sí misma  y que por tanto, al vivir en una sociedad que teme a este tipo de mujeres, fácilmente será calificada como cabrona (en inglés bitch). La autora destaca que las mujeres tenemos en nuestro interior una cabrona y que al dejarnos llevar por las exigencias sociales, la mayoría de veces pasamos por encima de nosotras mismas. Para dar ejemplos de esto, cuenta anécdotas propias en relación a quedar plantada cuando un chico no llega a la cita o en ocasiones en que hacemos favores a los demás, que nos pusieron en muchas dificultades y a los que debimos decir que no.  Así, a lo largo de diez capítulos titulados: 1) Encanto tóxico, 2) Conoce a tu cabrona interior, 3) Un epíteto atrevido, 4) Podemos hablar, 5) La cabrona en la cama, 6) Maravillosa comida, 7) La vida cotidiana, 8) Política personal, 9)Fuerza de trabajo y 10) Encuentros cercanos, más tres anexos titulados: A) La cabrona que hay en toda mujer, B) …y los hombres que las aman; y C. Cabrona en 10 minutos; nos recuerda la importancia de dejar de lado el encanto tóxico que nos enseñan a las mujeres en las que se nos exige ser delicadas, educadas, respetuosas y a temer expresar nuestra opinión personal por temor a ser llamada “cabrona”, aprendiendo a decir “yo creo que no”, respetando nuestra opinión y poniendo límites a los demás, que no los hagan sentir heridos, sólo rodeados de opiniones diferentes. Acompañado de esto, se hace un reconocimiento a la importancia del trabajo en equipo y a la importancia del ser cabrona tanto para sí misma como para el bienestar social (igualdad entre mujeres y hombres tanto a nivel político como publicitario, pues la cabrona reconoce los mensajes sexistas y los deja de lado), por lo que el pensar y actuar como cabrona beneficiará a todos en general.

Así, dentro de los temas tratados por esta autora, cabe destacar cuatro temas: Primero, la relación con otras mujeres, pues se destaca la importancia de la confidencialidad propia de las amigas mujeres y que puede ser usado como un grupo de apoyo para el auto reconocimiento y apoyo mutuo. Además, en cuanto a la competencia con otras cabronas, destaca su importancia para hacerse más fuerte y conocerse a sí misma, aunque considera que es posible una relación distante debido a que cada una asumirá con convicción sus propias ideas (de igual forma, aunque ser cabrona signifique defender tus propias ideas, eso no significa que por serlo no se escuchen ni respeten las opiniones de las demás, sólo se busca el participar a los demás de nuestros pensamientos, para ser reconocidas y a su vez elevar nuestra autoestima y autoreconocimiento); Segundo, la relación de pareja, tema fundamental, pues es en este tipo de relaciones donde las mujeres suelen ceder más, dejando de lado sus propias convicciones y en últimas sí mismas. La autora destaca que siendo cabronas nos auto apreciaremos y a su vez esto traerá el aprecio y respeto del hombre que está a nuestro lado. Un punto esencial sobre este tema es que así como se destaca la importancia de que las mujeres saquen a la luz su cabrona interior, en los hombres se hace importante el sacar a su príncipe interior, que lejos del concepto de príncipe azul, se caracteriza por asumir de verdad toda su parte de responsabilidad en la crianza de los niños, entender por qué los anuncios de cerveza son ofensivos, compartir la preparación de la comida, asumir a la mujer como capaz, ofrecer estímulos más que consejos, y reconocer tanto lo que sabe, como lo que no, asumiendo sin vergüenza su ignorancia en algunas cosas.  Tercero, la relación con la comida, pues antelas exigencias de un cuerpo perfecto, las mujeres nos olvidamos de comer adecuadamente. La autora plantea que la cabrona reconoce que alimentos le convienen y cuáles no, y no se tortura con dietas, pero tampoco con excesos, busca un equilibrio que la haga permanecer saludable. Y por último, la relación con la sociedad en general, referente a ámbitos que mencioné con anterioridad como la política pública, el trabajo, la publicidad, etc. en donde el ser cabrona irrumpe e incómoda, pero genera éxito, compromiso y equidad social.

Este libro resulta interesante, pues de manera didáctica, humorística e irónica transmite un mensaje a las mujeres de autorespeto, y a su vez reconoce en los hombres un potencial de príncipe que genera unas mejores relaciones de pareja, y en últimas, mejores relaciones sociales. Debo reconocer que aún no me siento cómoda con las palabras cabrona, ni príncipe, sin embargo, los significados atribuidos por la autora pueden tener una trascendencia social que permitan la igualdad y la armonía en las relaciones cotidianas. Por ser un libro de divulgación, es probable que no se ahonde en ciertas cuestiones, sin embargo, reconozco que de manera sencilla esta autora impulsa el cambio individual para a partir de esto promover el cambio social.

Para finalizar, aquí recopilo algunas de las frases que la autora cita al inicio de sus capítulos y que seguro pueden resultar de inspiración para sacar las cabronas que llevamos dentro:

“Teníamos tanto en común: yo lo amaba y él se amaba a sí mismo”.    SHELLEY WINTERS

“Ninguna mujer es toda dulzura”   MADAME RÉCAMIER

“Hasta que no pierdes tu reputación, no te das cuenta de lo pesada que era ni de lo que es realmente la libertad”             MARGARET MITCHELL

“Sólo empiezan a llamarte cabrona cuando alcanzas el éxito”        JUDITH REGAN

“El lugar de la mujer está en la casa,el senado y el despacho presidencial”.     ANÓNIMO

“Estoy en el mundo para cambiar el mundo”.  MURIEL RUKEYSER

“Macho no significa mucho”.       ZSA ZSA GABOR

Amarga

Consejos para nacer por una misma

10 Mar

Hace poco leí, en el libro Mujeres invisibles de Carmen Valls, unos consejos para nacer por una misma tomados del libro Mujeres que corren con los lobos de Clarissa Pinkola (psicoanalista junguiana, poeta y cantadora, como ella misma se define), estos consejos me parecieron muy oportunos pues destacaban el espíritu espontáneo, auténtico, protector, instintivo, fuerte y libre, propio de las lobas y que todas mujeres tenemos en nuestro interior y debemos sacar a la luz para ser más independientes, decididas y en últimas ser nosotras mismas, dejando de lado todos esos estereotipos y exigencias del sistema patriarcal. Citando a Clarissa Pinkola: «Todos sentimos el anhelo de lo salvaje. Y este anhelo tiene muy pocos antídotos culturalmente aceptados. Nos han enseñado a avergonzarnos de este deseo. Nos hemos dejado el cabello largo y con él ocultamos nuestros sentimientos. Pero la sombra de la Mujer Salvaje acecha todavía a nuestra espalda de día y de noche. Dondequiera que estemos, la sombra que trota detrás de nosotros tiene sin duda cuatro patas».

Esta autora destaca el hecho de que la mujer se vea obligada a serlo todo para todos, olvidándose de sí misma y reconoce muchas características en común entre las mujeres y los lobos: aguda percepción, espíritu lúdico, gran capacidad de afecto, sociabilidad, fuerza, resistencia, intuitivos, leales, valientes, adpatables ante el cambio de las circuntancias y gran preocupación por «la manada». A su vez afirma que tanto las mujeres como los lobos han sido perseguidos y juzgados por poseer estas características, tratándolos de «demasiado agresivos y voraces», rechazando el mundo de lo salvaje y obligando a la mujer a «conservar las formas» y disfrazándose, dejando de lado su verdadera personalidad.

Tomando esto en cuenta, aquí dejo estos consejos útiles «para nacer por una misma» y en últimas para sacar la loba que hay en nosotras. Además, a partir del consejo número 11 añado algunos consejos más que podrían ayudar:

1. Comer

2. Descansar

3. Vagabundear en los períodos intermedios

4. Ser fiel

5. Amar a los hijos

6. Meditar a la luz de la luna

7. Agudizar el oído

8. Cuidar de los huesos

9. Hacer el amor

10. Aullar a menudo

11. Despeinarse

12. Bañarse cuando no toca y bañarse cuando no es hora de hacerlo

13. Cantar y tararear canciones

14. Usar labial rojo

15. Nunca olvidarse de respirar

 

Amarga